Se denomina energÃa renovable a la energÃa que se obtiene de fuentes naturales virtualmente inagotables, ya sea por la inmensa cantidad de energÃa que contienen, o porque son capaces de regenerarse por medios naturales. Entre las energÃas renovables se cuentan la eólica, geotérmica, hidroeléctrica, maremotriz, solar, undimotriz, la biomasa y los biocombustibles.
Un concepto similar, pero no idéntico es del de las energÃas alternativas: una energÃa alternativa, o más precisamente una fuente de energÃa alternativa es aquella que puede suplir a las energÃas o fuentes energéticas actuales, ya sea por su menor efecto contaminante, o fundamentalmente por su posibilidad de renovación. Según esta definición, algunos autores incluyen la energÃa nuclear dentro de las energÃas alternativas, ya que generan muy pocos gases de efecto invernadero.
El consumo de energÃa es uno de los grandes medidores del progreso y bienestar de una sociedad. El concepto de "crisis energética" aparece cuando las fuentes de energÃa de las que se abastece la sociedad se agotan. Un modelo económico como el actual, cuyo funcionamiento depende de un continuo crecimiento, exige también una demanda igualmente creciente de energÃa. Puesto que las fuentes de energÃa fósil y nuclear son finitas, es inevitable que en un determinado momento la demanda no pueda ser abastecida y todo el sistema colapse, salvo que se descubran y desarrollen otros nuevos métodos para obtener energÃa: éstas serÃan las energÃas alternativas.
Impacto ambiental de las energias renovables:
Todas las fuentes de energÃa producen algún grado de impacto ambiental. La energÃa geotérmica puede ser muy nociva si se arrastran metales pesados y gases de efecto invernadero a la superficie; la eólica produce impacto visual en el paisaje, ruido de baja frecuencia, puede ser una trampa para aves. La hidráulica menos agresiva es la minihidráulica ya que las grandes presas provocan pérdida de biodiversidad, generan metano por la materia vegetal no retirada, provocan pandemias como fiebre amarilla, dengue, equistosomiasis en particular en climas templados y climas cálidos, inundan zonas con patrimonio cultural o paisajÃstico, generan el movimiento de poblaciones completas, entre otros Asuán, Itaipú, Yaciretá y aumentan la salinidad de los cauces fluviales. La energÃa solar se encuentra entre las menos agresivas salvo el debate generado por la electricidad fotovoltaica respecto a que se utiliza gran cantidad de energÃa para producir los paneles fotovoltáicos y tarda bastante tiempo en amortizarse esa cantidad de energÃa. La mareomotriz se ha discontinuado por los altÃsimos costos iniciales y el impacto ambiental que suponen. La energÃa de las olas junto con la energÃa de las corrientes marinas habitualmente tienen bajo impacto ambiental ya que usualmente se ubican en costas agrestes. La energÃa de la biomasa produce contaminación durante la combustión por emisión de CO2 pero que es reabsorbida por el crecimiento de las plantas cultivadas y necesita tierras cultivables para su desarrollo, disminuyendo la cantidad de tierras cultivables disponibles para el consumo humano y para la ganaderÃa, con un peligro de aumento del coste de los alimentos y aumentando la producción de monocultivos.
EnergÃa hidráulica:
La energÃa potencial acumulada en los saltos de agua puede ser transformada en energÃa eléctrica. Las centrales hidroeléctricas aprovechan la energÃa de los rÃos para poner en funcionamiento unas turbinas que mueven un generador eléctrico. En España se utiliza un 15 % de esta energÃa para producir electricidad.
Uno de los recursos más importantes cuantitativamente en la estructura de las energÃas renovables es la procedente de las instalaciones hidroeléctricas; una fuente energética limpia y autóctona pero para la que se necesita construir infraestructuras necesarias que permitan aprovechar el potencial disponible con un coste nulo de combustible. El problema de este tipo de energÃa es que depende de las condiciones climatológicas.
EnergÃa solar térmica:
Se trata de recoger la energÃa del sol a través de paneles solares y convertirla en calor el cual puede destinarse a satisfacer numerosas necesidades. Por ejemplo, se puede obtener agua caliente para consumo doméstico o industrial, o bien para dar calefacción a hogares, hoteles, colegios o fábricas. También, se podrá conseguir refrigeración durante las épocas cálidas. En agricultura se pueden conseguir otro tipo de aplicaciones como invernaderos solares que favorecieran las mejoras de las cosechas en calidad y cantidad, los secaderos agrÃcolas que consumen mucha menos energÃa si se combinan con un sistema solar, y plantas de purificación o desalinización de aguas sin consumir ningún tipo de combustible. Con este tipo de energÃa se podrÃa reducir más del 25 % del consumo de energÃa convencional en viviendas de nueva construcción con la consiguiente reducción de quema de combustibles fósiles y deterioro ambiental. La obtención de agua caliente supone en torno al 28% del consumo de energÃa en las viviendas y que éstas, a su vez, demandan algo más del 12% de la energÃa en España.
Biomasa:
La formación de biomasa a partir de la energÃa solar se lleva a cabo por el proceso denominado fotosÃntesis vegetal que a su vez es desencadenante de la cadena biológica. Mediante la fotosÃntesis las plantas que contienen clorofila, transforman el dióxido de carbono y el agua de productos minerales sin valor energético, en materiales orgánicos con alto contenido energético y a su vez sirven de alimento a otros seres vivos. La biomasa mediante estos procesos almacena a corto plazo la energÃa solar en forma de carbono. La energÃa almacenada en el proceso fotosintético puede ser posteriormente transformada en energÃa térmica, eléctrica o carburantes de origen vegetal, liberando de nuevo el dióxido de carbono almacenado.
EnergÃa solar:
La energÃa solar es una fuente de vida y origen de la mayorÃa de las demás formas de energÃa en la Tierra. Cada año la radiación solar aporta a la Tierra la energÃa equivalente a varios miles de veces la cantidad de energÃa que consume la humanidad. Recogiendo de forma adecuada la radiación solar, esta puede transformarse en otras formas de energÃa como energÃa térmica o energÃa eléctrica utilizando paneles solares.
Mediante colectores solares, la energÃa solar puede transformarse en energÃa térmica, y utilizando paneles fotovoltaicos la energÃa luminosa puede transformarse en energÃa eléctrica. Ambos procesos nada tienen que ver entre sà en cuanto a su tecnologÃa. Asà mismo, en las centrales térmicas solares se utiliza la energÃa térmica de los colectores solares para generar electricidad.
Se distinguen dos componentes en la radiación solar: la radiación directa y la radiación difusa. La radiación directa es la que llega directamente del foco solar, sin reflexiones o refracciones intermedias. La difusa es la emitida por la bóveda celeste diurna gracias a los múltiples fenómenos de reflexión y refracción solar en la atmósfera, en las nubes, y el resto de elementos atmosféricos y terrestres. La radiación directa puede reflejarse y concentrarse para su utilización, mientras que no es posible concentrar la luz difusa que proviene de todas direcciones. Sin embargo, tanto la radiación directa como la radiación difusa son aprovechables.
Se puede diferenciar entre receptores activos y pasivos en que los primeros utilizan mecanismos para orientar el sistema receptor hacia el Sol -llamados seguidores- y captar mejor la radiación directa.
Una importante ventaja de la energÃa solar es que permite la generación de energÃa en el mismo lugar de consumo mediante la integración arquitectónica en edificios. AsÃ, podemos dar lugar a sistemas de generación distribuida en los que se eliminen casi por completo las pérdidas relacionadas con el transporte -que en la actualidad suponen aproximadamente el 40% del total- y la dependencia energética.
Las diferentes tecnologÃas fotovoltaicas se adaptan para sacar el máximo rendimiento posible de la energÃa que recibimos del sol. De esta forma por ejemplo los sistemas de concentración solar fotovoltaica (CPV por sus siglas en inglés) utiliza la radiación directa con receptores activos para maximizar la producción de energÃa y conseguir asà un coste menor por kWh producido. Esta tecnologÃa resulta muy eficiente para lugares de alta radiación solar, pero actualmente no puede competir en precio en localizaciones de baja radiación solar como Centro Europa, donde tecnologÃas como la célula solar de pelÃcula fina (también llamada Thin Film) están consiguiendo reducir también el precio de la tecnologÃa fotovoltaica tradicional a cotas nunca vistas.
EnergÃa eólica:
La energÃa eólica es la energÃa obtenida de la fuerza del viento, es decir, mediante la utilización de la energÃa cinética generada por las corrientes de aire. Se obtiene a través de una turbinas eólicas son las que convierten la energÃa cinética del viento en electricidad por medio de aspas o hélices que hacen girar un eje central conectado, a través de una serie engranajes (la transmisión) a un generador eléctrico.
El término eólico viene del latÃn Aeolicus (griego antiguo Αἴολος / Aiolos), perteneciente o relativo a Éolo o Eolo, dios de los vientos en la mitologÃa griega y, por tanto, perteneciente o relativo al viento. La energÃa eólica ha sido aprovechada desde la antigüedad para mover los barcos impulsados por velas o hacer funcionar la maquinaria de molinos al mover sus aspas. Es un tipo de energÃa verde.
La energÃa del viento está relacionada con el movimiento de las masas de aire que desplazan de áreas de alta presión atmosférica hacia áreas adyacentes de baja presión, con velocidades proporcionales (gradiente de presión). Por lo que puede decirse que la energÃa eólica es una forma no-directa de energÃa solar. Las diferentes temperaturas y presiones en la atmósfera, provocadas por la absorción de la radiación solar, son las que ponen al viento en movimiento.
El aerogenerador es un generador de corriente eléctrica a partir de la energÃa cinética del viento, es una energÃa limpia y también la menos costosa de producir, lo que explica el fuerte entusiasmo por esta tecnologÃa. Actualmente se utiliza para su transformación en energÃa eléctrica a través de la instalación de aerogeneradores o turbinas de viento. De entre todas las aplicaciones existentes de la energÃa eólica, la más extendida, y la que cuenta con un mayor crecimiento es la de los parques eólicos para producción eléctrica.
Un parque eólico es la instalación integrada de un conjunto de aerogeneradores interconectados eléctricamente. Los aerogeneradores son los elementos claves de la instalación de los parques eólicos que, básicamente, son la evolución de los tradicionales molinos de viento. Como tales son máquinas rotativas que están formadas por tres aspas, de unos 20-25 metros, unidas a un eje común. El elemento de captación o rotor que está unido a este eje, capta la energÃa del viento. Mediante el movimiento de las aspas o paletas, accionadas por el viento, activa un generador eléctrico que convierte la energÃa mecánica de la rotación en energÃa eléctrica.
Estos aerogeneradores suelen medir unos 40-50 metros dependiendo de la orografÃa del lugar, pero pueden ser incluso más altos. Este es uno de los grandes problemas que afecta a las poblaciones desde el punto de vista estético.
Los aerogeneradores pueden trabajar solos o en parques eólicos, sobre tierra formando las granjas eólicas, sobre la costa del mar o incluso pueden ser instalados sobre las aguas a cierta distancia de la costa en lo que se llama granja eólica marina, la cual está generando grandes conflictos en todas aquellas costas en las que se pretende construir parques eólicos.
El gran beneficio medioambiental que reporta el aprovechamiento del viento para la generación de energÃa eléctrica viene dado, en primer lugar, por los niveles de emisiones gaseosas evitados, en comparación con los producidos en centrales térmicas. En definitiva, contribuye a la estabilidad climática del planeta. Un desarrollo importante de la energÃa eléctrica de origen eólico puede ser, por tanto, una de las medidas más eficaces para evitar el efecto invernadero ya que, a nivel mundial, se considera que el sector eléctrico es responsable del 29% de las emisiones de CO2 del planeta.[cita requerida]
Como energÃa renovable que es contribuye minimizar el calentamiento global. Si nos centramos en las ventajas sociales y económicas que nos incumben de una manera mucho más directa son mayores que los beneficios que nos aportan las energÃas convencionales. El desarrollo de este tipo de energÃa puede reforzar la competitividad general de la industria y tener efectos positivos y tangibles en el desarrollo regional, la cohesión económica y social y el empleo.
La industria eólica es un sector con indudable futuro. Las repercusiones que en materia de empleo está teniendo y va a tener esta dinámica inversión son sin duda importantes. Este despliegue de la energÃa eólica puede ser una caracterÃstica clave del desarrollo regional con el objetivo de dar lugar a una mayor cohesión social y económica.
Los fondos invertidos a escala regional en el desarrollo de las fuentes de energÃa renovables pueden contribuir a elevar los niveles de vida y de renta de las regiones menos favorecidas o en declive mediante la utilización de recursos locales, generando empleos permanentes a nivel local y creando nuevas oportunidades para la agricultura. Las energÃas renovables contribuyen de esta forma al desarrollo de las regiones menos favorecidas, cuyos recursos naturales encuentran asà una oportunidad.
La energÃa eólica supone una evidente contribución al autoabastecimiento energético. A pesar de que las ventajas medioambientales de la energÃa eólica son incuestionables, y de que existe un amplio consenso en nuestra sociedad sobre el alto grado de compatibilidad entre las instalaciones eólicas y el respeto por el medio ambiente, son muchos los que consideran que la instalación concreta de un parque eólico puede producir impactos ambientales negativos, que dependerán del emplazamiento elegido. Aunque muchas de ellas se encuentran en emplazamientos reservados.
Hay quienes consideran que la eólica no supone una alternativa a las fuentes de energÃa actuales, ya que no genera energÃa constantemente por falta o exceso de viento. Es la intermitencia uno de sus principales inconvenientes. El impacto en detrimento de la calidad del paisaje, los efectos sobre la avifauna y el ruido, suelen ser los efectos negativos que generalmente se citan como inconvenientes medioambientales de los parques eólicos.
Con respecto a los efectos sobre la avifauna el impacto de los aerogeneradores no es tan importante como pudiera parecer en un principio. Otro de los mayores inconvenientes es el efecto pantalla que limita de manera notable la visibilidad y posibilidades de control que constituye la razón de ser de sus respectivos emplazamientos, consecuencia de la alienación de los aerogeneradores. A las limitaciones visuales se añaden las previsibles interferencias electromagnéticas en los sistemas de comunicación.
Energias Renovables
EnergÃa geotérmica:
La energÃa geotérmica es aquella energÃa que puede ser obtenida por el hombre mediante el aprovechamiento del calor del interior de la Tierra.
Parte del calor interno de la Tierra (5.000 °C) llega a la corteza terrestre. En algunas zonas del planeta, cerca de la superficie, las aguas subterráneas pueden alcanzar temperaturas de ebullición, y, por tanto, servir para accionar turbinas eléctricas o para calentar.
El calor del interior de la Tierra se debe a varios factores, entre los que destacan el gradiente geotérmico y el calor radiogénico. Geotérmico viene del griego geo, "Tierra"; y de thermos, "calor"; literalmente calor de la Tierra.
EnergÃa marina:
La energÃa marina o energÃa de los mares (también denominada a veces energÃa de los océanos o energÃa oceánica ) se refiere a la energÃa renovable transportada por las olas del mar , las mareas , la salinidad y las diferencias de temperatura del océano. El movimiento del agua en los océanos del mundo crea un vasto almacén de energÃa cinética o energÃa en movimiento. Esta energÃa se puede aprovechar para generar electricidad que alimente las casas, el transporte y la industria.
El término energÃa marina abarca tanto la energÃa de las olas - la energÃa de las olas de superficie y la energÃa mareomotriz - obtenida a partir de la energÃa cinética de grandes cuerpos de agua en movimiento. La energÃa eólica suele confundirse como una forma de energÃa marina, pero en realidad es derivada de la del viento, aunque los aerogeneradores se coloquen sobre el agua.
Los océanos tienen una enorme cantidad de energÃa y están muy cerca a muchas, sino a la mayorÃa, de la concentraciones de población. Bastantes investigaciones muestran que la energÃa oceánica tiene el potencial de proporcionar una cantidad sustancial de nuevas energÃas renovables en todo el mundo.